No podemos empezar esta entrada sin acordarnos de los Wachi., que se han visto afectados por la radiación que se escapa de la central de Fukushima. Parece ser que tienen que dar por perdida toda la cosecha, y que el gobierno no se plantea indemnizarles. Les deseamos toda la suerte del mundo para salir de esta situación.
Nosotros aquí estamos muy bien. Creo que en este sitio es difícil estar de otra manera.
La semana pasada volvimos a First Light Farm y nos sentimos orgullosos de que el huerto ya esté listo para empezar a disfrutar de sus frutos.
El camino entre Ewingsdale y Byron en bici es bastante agradable. En el mismo te puedes encontrar desde vacas felices pastando hasta mensajes de radicalismo vegetariano escritos en el suelo.
Hoy hemos estado en un pequeño mercado con puestos de granjas locales, muchas de ellas orgánicas, y la verdad es que sus pizarras-anuncio dan que pensar. Cuando ves que te venden carne diciéndote que con el animal no han utilizado hormonas, antibióticos ni suplementos químicos te planteas si lo justo no sería que quienes sí los utilizan se viesen obligados a decírtelo.
También hemos estado en el Byron Bay Brewery (Art Factory), un complejo creado por una comunidad hippie en los sesenta para poder expresarse artísticamente, donde hoy en día lo más artístico que tienen es la cerveza que producen.
Y luego, cómo no, está la playa. Esa maravilla la intentamos pisar todos los días, porque es un auténtico lujo. Además ahora la temperatura ha bajado un poco y hay menos todavía menos gente. Diga lo que diga me quedo corto.